Qué se trata con Osteopatía Infantil

Los casos más frecuentes y apropiados para trabajar Osteopatía en bebés suelen ser:

Trastornos digestivos en el lactante, Tortícolis en el lactante, Escoliosis en ambos, Deformaciones craneales “blandas” en el lactante, Nerviosismo e insomnio en ambos, Cualquier disfunción mecánica producida en cualquiera de los 12 Pares Nerviosos Craneales en el lactante y en algunos casos en el niño, Subluxación de cadera en el lactante, Valgos o varos en las rodillas en el niño, Lesiones de A.T.M en el niño, Bruxismo en ambos, Lesiones ligamentarias y tendinosas en el niño.

Cualquiera de estas disfunciones, siendo de origen mecánico, se tratan con Osteopatía sin que esto entrañe riesgo alguno y siendo de gran e fi cacia, con resultados visibles de forma inmediata para la percepción del Osteópata y con un proceso recuperatorio realmente rápido para los bebés o niños.

La razón por la cual la recuperación es sumamente rápida, es porque se trabaja a favor de las inercias que se generan en el propio proceso fisiológico, intrínseco en la capacidad recuperatoria del bebé o del niño en la fase de crecimiento y de formación.

Trastornos digestivos.

En el caso del Cólico del lactante, podemos encontrar diferentes síntomas y cualquiera de ellos se pueden trabajar con Osteopatía Visceral Infantil:

  • Gases.
  • Vómitos.
  • Dolores espasmódicos.
  • Estreñimiento.
  • Diarrea.
  • Regurgitación.

Cualquiera de estos signos pueden aparecer juntos o por separado.

No todos los cólicos de lactante son iguales, pero se parecen mucho. La diferencia radica en que no hay un bebé igual a otro: unos tienen más gases, otros más estreñimiento o retortijón; los hay que regurgitan, otros que no, también hay muchos casos que tienen la suma de todos estos signos en diferentes momentos del día o de la semana, es decir, en algunos momentos tienen pinchazos, en otros diarrea o estreñimiento, regurgitación…

Todos los cólicos del lactante, desde el punto de vista de la mecánica visceral, tienen mucho que ver con el proceso madurativo del sistema digestivo, de hecho se sabe que los cólicos del lactante se producen a consecuencia de su inmadurez digestiva, pero lo más importante es el proceso que sigue el aparato digestivo hasta que deja de producir cólicos. Un sistema digestivo inmaduro, en lo que a mecánica se re fi ere, no tiene unos movimientos acompasados con cadencia y ritmo acordes como para realizar su función adecuadamente, los peristaltismos intestinales no están acordes con la motilidad del estómago o del hígado, incluso el diafragma en muchos casos, no está estable y como principal motor de las vísceras, no estaría empujando a todas por igual en la fase de inspiración, por otro lado, en muchas ocasiones hay compresiones tensionales a nivel de la base del occipital pudiendo alterar de alguna manera el nervio neumogástrico.

Hay muchas razones por las cuales tardan en normalizarse por sí solos los movimientos naturales del sistema digestivo y, por contra, es relativamente fácil realizar la normalización con Osteopatía Infantil Visceral.

Los trabajos de O.I.V son resolutivos, se encargan de que haya un orden en los movimientos y liberan las tensiones anormales que el sistema digestivo, en su proceso madurativo genera al estar trabajando de manera “desorganizada”, se acompaña alos movimientos guiándolos en la dirección adecuada, se relajan o se estimulan los peristaltismos y se normaliza el posicionamiento diafragmático con respecto al centro frénico

Tortícolis.

Las Tortícolis en el bebé se pueden presentar por diferentes motivos. Los más habituales son producidos por el acortamiento muscular de un lado del cuello. Los casos más graves son aquellos en los que el acortamiento muscular se genera en el momento del parto, son partos muy distócicos, no se detecta el problema muscular o no se le da la su fi ciente importancia y con la postura que adopta el bebé al dormir o simplemente al estar acos-

tado irá acomodando cada vez más este acortamiento muscular produciendo una contractura de la musculatura cervical del mismo lado que el acortamiento, haciendo que este tipo de lesión se acomode de manera contundente. Otros casos de acortamiento son los que se van produciendo por una actitud postural del bebé, los padres no saben que al bebé hay que girarle la cabeza hacia los dos lados hasta que él mismo sea capaz de hacerlo, otras veces, las tortícolis

pueden estar producidas por un aplanamiento de la base del cráneo de uno de los dos lados, esto hace que el occipital tenga una mala alineación con respecto a las cervicales, este bebé podrá girar más la cabeza hacia el lado del aplanamiento y tendrá di fi cultades para girar hacia el lado contrario, este tipo de casos suelen ir acompañados de las postura que el bebé adopta mientras mama del pecho o toma del biberón, la mamá le da siempre del mismo lado o del mismo pecho haciendo que el bebé gire siempre del mismo lado, aplanando la base de la cabeza del lado que queda girado, esto lo hará, mínimo cada vez que mame y durante el tiempo que lo esté haciendo, estará generando una plagiocefalia además de potenciar la tortícolis. El aplanamiento del occipital hace que el cóndilo de ese mismo lado se posicione en sentido posterior y en dirección craneal de manera que la predisposición postural de la cabeza será en lateralización contraria a la rotación, siendo ésta, del mismo lado que el del aplanamiento. Esto sucede, en principio, en todas las Plagiocefalias.

Hay casos menos comunes como por ejemplo, la falta de alguno de los escalenos haciendo que la cabeza caiga del lado que falta dicho músculo o bebés con tics nerviosos que hacen que uno de los lados esté más musculado que el otro, produciendo así un acortamiento del lado que está menos musculado.

Escoliosis.

Las Escoliosis Vertebrales, son también bastante frecuentes. Hay dos motivos osteopáticos capaces de hacer que este fenómeno de deformación vertebral se produzca: la Escoliosis Craneal (torsión esfeno-basilar) y el otro, la desviación pélvica o torsión de los ejes del sacro; cualquiera de las dos, sea la una o la otra la que origine la lesión, tanto el cráneo como el sacro estarán en lesión, dejando la escoliosis vertebral en medio de ambas estructuras anatómicas.

En el proceso de crecimiento, las vértebras se forman a partir de cartílago, osificándose sus diferentes partes de manera alineada y homogénea formando una estructura completa formada por: cuerpo vertebral, apófisis transversas, apó fisis espinosas, carillas articulares… Creciendo hacia sus extremos. Al igual que en los casos de cualquiera de las deformaciones existentes en cualquiera de las partes de nuestra anatomía, menos los casos de la escoliosis vertebrales congénitas, el resto, su origen suele seseré tipo desconocido, pienso que la procedencia podrìa residir de vestigios tensionales que el proceso embriológico genera en la fase de gestación, tiene mucha lógica, el feto se va formando y tensiones generadas en el embarazo predisponen la dirección de crecimiento.

Deformaciones craneales.

Las Deformaciones Craneales pueden aparecer desde el momento del nacimiento, las principales son: las plagiocefalias, las braquicefalias, las escafocefalias y deformaciones que provienen de éstas, como en los casos de la suma de dos de ellas o de las tres.

Los aplanamientos, hundimientos o las proyecciones óseas en el cráneo del bebé en cualquiera de los huesos que conforman la anatomía craneana, independientemente del aspecto estético, podrían comprimir pares nerviosos craneales, producir escoliosis o tortícolis, problemas de ubicación en el espacio, miedos, agresividad y un larguísimo etcétera de disfunciones provenientes de una deformación craneal.

A veces no está nada clara la procedencia de algunas de las deformaciones craneales y en muchas ocasiones, en cuanto se presenta una cabecita de bebé que haya nacido con fórceps o ventosa, automáticamente se le achaca a dichos artilugios cuando posiblemente no hayan sido los artí fi ces o precursores de dicha deformación. Hay muchas plagiocefalias en bebés cuyo nacimiento se ha producido por cesárea, y a los dos meses se ha empezado a apreciar una deformación. Por el contrario hay bebés que han nacido con fórceps o ventosa y no presentan ningún problema proveniente del nacimiento; claro que también se han visto con afectaciones en relación directa a este tipo de aparatos, sin que el simple paso del tiempo haga que la deformación desaparezca.

Conclusión: es la propia capacidad de adaptación o de normalización del bebé la que puede marcar la diferencia. Puede ser que se acabe normalizando solo, ayudado por la inercia del crecimiento, o por el contrario, que se adapte a la forma que adopte el cráneo y que el crecimiento afi ance la deformación.

Con Osteopatía Craneal es posible invertir las direcciones de la deformación, dispersar los movimientos erráticos y con la inercia del crecimiento normalizar en gran medida o por completo cualquier tipo de deformación, en algunas de ellas con ayuda del casco ortopédico.

Nerviosismo e insomnio.

El Nerviosismo y el Insomnio suelen estar provocados por dolencias y crisis traumáticas, un bebé que ha tenido cólico del lactante agudos y duraderos uede estar intranquilo durante un tiempo y con los biorritmos alterados; un bebé que haya estado hospitalizado y al que hayan tenido que despertar por diferentes motivos como pincharle es motivo para que no concilie el sueño de forma regular y profunda durante el su ficiente tiempo como para que éste sea reparador y “borre” en cierto modo la memoria del aspecto “traumático”, esto podría desembocar en un estado de nerviosismo constante, el ambiente en el hogar también puede ser determinante en estos casos. La Terapia Cráneo Sacral resuelve este tipo de problemas, siempre y cuando el problema en cuestión no se siga alimentando a la vez que se le trata.

Pares nerviosos craneales.

Las Disfunciones de los Pares Craneales, por razones osteopáticas o de tipo mecánico, se pueden originar por compresiones en diferentes zonas del cráneo. La anatomía craneal, al igual que en el resto del cuerpo, está diseñada para hacer diferentes funciones, las estructuras anatómicas están situadas en sitios especí ficos y ocupan un espacio determinado, esto último es indispensable para que esta estructura anatómica pueda hacer su función fisiológica de manera normal. Todas las partes del cuerpo humano tienen o poseen movimiento, un movimiento que es involuntario e independiente de los movimientos voluntarios que sean capaces de realizar las estructuras anatómicas que están diseñadas para ello: un brazo se puede mover de forma voluntaria y el estómago no, pero ambos poseen movimiento, una pulsación celular que hace que haya actividad constante e ininterrumpidamente. En el caso del cráneo, la distribución

de los nervios craneales, se dirigen por determinadas zonas anatómicas estructurales óseas y pasan por sus hendiduras y agujeros hasta llegar al final de su recorrido, si en algún punto de este recorrido se ven comprimidas aunque sea mínimamente o de forma tensional, esto podría producir una disfunción de origen mecánico en el nervio craneal en cuestión. No es difícil detectar y normalizar este tipo de disfunciones con Osteopatía Craneal, siempre y cuando la causa sea de origen mecánico.

También son tratadas con O.I cualquiera de las disfunciones estructurales congenitas, traumaticas y propias del crecimiento, siempre y cuando provengan de una mala alineación articular, deformación de algún hueso, tensiones emocionales, sobrecargas tendinosas, como en los casos de la: Subluxación de cadera en el lactante, los valgos o varos en las rodillas en el niño, las mal oclusiones de A.T.M en el niño, el bruxismo en el bebé y en el niño, las lesiones ligamentarias y tendinosas en el niño…

Evaluación del recien nacido.

Se realizarán escuchas con Osteopatía Infantil Craneal para asegurarnos de que no existen ningún encabalgamiento de alguno de los huesos del cráneo, valorar los espacios entre los huesos craneales, valoración de las tensiones de las fontanelas y predisposición a deformaciones craneales y vertebrales.

Evaluación del lactante hasta los 3 meses.

Hacer todas las evaluaciones que se le hacen al recien nacido + evaluación de los huesos del cráneo por separado para asegurarnos de que no hay predisposión de compresiones a nivel: nasal, auditiva, de deglución, de subción, oculomotores, óptico, espinalaccesorio y neurogástrico. Valorar la fuerza de sujección de la cabeza, propiocepción en las extremidades y columna vertebral.

Evaluación del lactante desde los 3 meses hasta los 6.

Hacer todas las evaluaciones que se le hacen al recien nacido y hasta los 3 meses + evaluación de la A.T.M, capacidad prensil de las manos y de los pies, intención de sentrase y de darse la vuelta sobre su propio eje desde la posición de supino y de prono.

Evaluación del lactante desde los 6 meses hasta los 12.

Hacer todas las evaluaciones que se le hacen al recien nacido y hasta los 3 meses + evaluación de la intención de pisada, disociación de movimientos con las extremidades.

Evaluación del lactante desde los 12 meses hasta los 17.

Evaluación de las relaciones óseas craneales en relación a los pares craneales, sincronismos de los movimientos intracraneales, simetrías en relación a los movimientos fasciales. Rectar, gatear, andar. Ubicación en el espacio.

Evaluación del niño desde los 17 meses hasta los 24.

Evaluación de las relaciones óseas craneales en relación a los pares craneales, sincronismos de los movimientos intracraneales, simetrías en relación a los movimientos fasciales. Pisada, pelvis, columna…